Astrónomos han logrado un hito significativo al cartografiar por primera vez los flujos de salida de I Zwicky 1, uno de los cuásares más cercanos a la Tierra, situado a 847 millones de años luz. Estos flujos de salida son nubes de gas ionizado que se alejan del cuásar a velocidades de decenas de miles de kilómetros por segundo. El estudio fue publicado en la revista Astronomy & Astrophysics.

Cuásares y agujeros negros supermasivos

En el centro de muchas galaxias, incluida nuestra Vía Láctea, se encuentran agujeros negros supermasivos, que tienen masas de millones de veces la masa del Sol. Algunos de estos agujeros negros están rodeados de grandes cantidades de material que alimentan su crecimiento, convirtiendo la región central de la galaxia en un faro brillante conocido como cuásar. Estos núcleos galácticos activos, debido a su tamaño compacto y gran distancia, aparecen como puntos brillantes, similares a las estrellas.

I Zwicky 1: Un laboratorio cercano

A diferencia de la mayoría de los cuásares, que se encuentran en el universo temprano, I Zwicky 1 está relativamente cerca, lo que proporciona a los astrónomos una oportunidad única para estudiar las condiciones extremas en los cuásares. Utilizando el telescopio espacial Hubble, un equipo del Netherlands Institute for Space Research (SRON), dirigido por Anna Juránová, ha cartografiado las emanaciones de este cuásar. Identificaron cuatro flujos de gas ionizado expulsados a velocidades de 60, 280, 1,950 y 2,900 kilómetros por segundo.

Hallazgos del estudio

El equipo descubrió que una de las erupciones estaba atrapada en la sombra de otra, resultado de la fuerte radiación del cuásar que empuja las nubes de gas hacia afuera. Los iones de elementos como nitrógeno, oxígeno y carbono dentro de estas nubes absorben la luz ultravioleta del cuásar y son expulsados hacia afuera. I Zwicky 1 es el cuásar más cercano que muestra evidencia concreta de este mecanismo.

Según Juránová, «I Zwicky 1 tiene propiedades muy especiales. Otros cuásares tienen erupciones similares, pero en este todo está en su sitio: nuestro ángulo de visión, el ancho de las líneas del espectro, etc. Esto nos permite profundizar mucho más en sus procesos».

El entorno alrededor de I Zwicky 1 parece más dinámico que el de otros agujeros negros supermasivos cercanos. Los datos sugieren que se está elevando y expulsando mucho más gas del disco que rodea al agujero negro, lo cual es crucial para entender cómo estos agujeros negros supermasivos crecen e interactúan con su entorno.

Este descubrimiento es un paso importante hacia la comprensión de los procesos que rigen el crecimiento de los agujeros negros supermasivos y su impacto en el medio circundante.

Por Staff

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